El Parque Natural de las Hoces del Río Riaza, situado en el nordeste de la provincia de Segovia y muy cerca del límite con Burgos, es un verdadero tesoro dentro de la Ruta del Vino Ribera del Duero. Este espacio está articulado en torno al río Riaza, que recorre el paisaje de sureste a noroeste, separando tres importantes áreas dentro del territorio:
- La primera zona se extiende desde la localidad de Maderuelo hasta la presa de Linares del Arroyo. Aquí, el río fluye de manera serena, embalsado desde 1951, en una región que destaca por sus relieves más suaves.
- La segunda zona, entre la presa y el arroyo de El Casuar, abarca 5,5 kilómetros donde el río Riaza ha esculpido un impresionante cañón de calizas. Este cañón, con paredes de hasta 150 metros de altura y una anchura que varía entre 200 y 300 metros, ofrece un espectáculo geológico único.
- Finalmente, en la tercera zona, el río Riaza deja atrás las calizas al llegar a Montejo de la Vega, abriendo paso a un valle asimétrico con una vega fértil en su fondo, ideal para el desarrollo de la vida silvestre y la agricultura.
Este recorrido por el Parque Natural ofrece una experiencia fascinante para los amantes de la naturaleza, donde cada tramo del río revela una faceta diferente de este entorno privilegiado.
Hoy queremos invitarte a viajar a través del Parque Natural para conocer mejor uno de nuestros más preciados recursos.
1. Casa del Parque
En Montejo de la Vega de la Serrezuela, se encuentra la Casa del Parque. Este espacio cuenta con un área de atención al público que sirve como punto de información para conocer las rutas que se pueden realizar en el interior del Parque y las zonas de interés que podemos encontrar en los alrededores.
Además, la Casa tiene un pequeño museo de interpretación del Parque Natural en el que, a través de maquetas, fotografías y otros recursos, los visitantes podrán comprender mejor el lugar y su importancia al realizar la visita.
2. Cámara en directo
Una de las sorpresas que esconde la Casa del Parque es que, entre todos los recursos que podemos encontrar en ella, vamos a poder ver, mediante una cámara, un nido en directo.
Esta cámara forma parte del convenio de colaboración firmado entre la Fundación Patrimonio Natural y la Ruta del Vino Ribera del Duero y permite hacer un seguimiento de la evolución y vida dentro del nido.
3. Más de 150 parejas de buitre leonado
Uno de los mayores atractivos de este Espacio Natural es, sin duda, su extraordinaria diversidad de aves. Entre ellas, lo más destacado es su importante colonia de buitre leonado de más de 150 parejas. Aunque, no podemos olvidar otras especies emblemáticas como el alimoche, el cernícalo vulgar, el avión roquero, la chova piquirroja y el majestuoso búho real, que aprovechan las grietas y oquedades de las escarpadas paredes rocosas para anidar.
Este rincón de la naturaleza es un auténtico paraíso para los amantes de las aves y la fauna en general, ofreciendo un refugio seguro y un entorno vibrante para una amplia variedad de especies.
4. Una iglesia románica del siglo XII
Dentro del Parque Natural, podemos encontrar la ermita de Casuar, una iglesia románica del siglo XII, parcialmente en ruinas, que fue declarada Bien de Interés Cultural en 1997.
Está situada a unos 4 km de Montejo de la Vega de la Serrezuela y, actualmente, se encuentra dentro de La Lista Roja del Patrimonio en peligro de España
El nombre de esta iglesia proviene de la antigua villa de Covasuar, donde originalmente se encontraba. En el año 913, la villa fue donada por Fernán González y su madre al monasterio de San Pedro de Arlanza, marcando el inicio de su conexión con la iglesia, que sería construida en el siglo XI. Desde su fundación, la iglesia quedó bajo la administración de los benedictinos como priorato de San Pedro de Arlanza.
5. El origen del cañón
A lo largo de casi 7 kilómetros, el Riaza ha tallado un valle de vertiginosas paredes verticales, esculpidas sobre calizas turonenses, con una profundidad de alrededor de 150 metros y una anchura máxima de 200 a 300 metros.
La formación de esta garganta se debe a un proceso natural en el que el río, a lo largo del tiempo, ha ido erosionando el terreno por el que fluye, excavando profundamente en las rocas que encuentra a su paso. Al principio, el río atravesó una capa de roca dura y resistente, pero con el tiempo, continuó desgastando el terreno hasta llegar a una capa de roca más blanda, donde finalmente formó su lecho o cauce.
Además, la acción del agua ha creado pequeñas cuevas y cavidades en las paredes del valle, un proceso conocido como karstificación. Estas cavidades han hecho que las paredes de la garganta cambien y se transformen con el tiempo, ya que el agua, al filtrarse por las grietas y fracturas de las rocas, ha ido debilitando y desgastando las paredes de la garganta, provocando que estas retrocedan y cambien de forma lentamente.
6. Viaducto de ferrocarril
Uno de los paisajes más destacados dentro del parque es el que rodea al viaducto de la línea ferroviaria Madrid-Burgos. Se trata de una obra maestra de la ingeniería española que ha dejado una importante huella en la historia del ferrocarril en España. Construido en 1968, este imponente puente de hormigón se extiende a lo largo de 242 metros y consta de 8 tramos, diseñado para soportar una vía doble.
Este puente no solo es una pieza clave en la infraestructura ferroviaria, sino que también se ha convertido en un símbolo icónico de esta línea. Su importancia es tal que incluso llegó a ser representado en un billete de lotería, capturando la imaginación del público y consolidando su lugar en la memoria colectiva.
La construcción de este viaducto supuso un costo de 1.245.398 pesetas, una inversión significativa en su momento que refleja la magnitud y la ambición del proyecto. Hoy en día, el viaducto sigue siendo un testimonio del ingenio y la destreza de los ingenieros españoles, y una parte integral del paisaje ferroviario de la región.
7. El refugio de Montejo es un modelo pionero de conservación en España desde 1.974
Desde su creación, este refugio se ha convertido en un modelo de referencia para la investigación científica, la restauración del hábitat y la participación ciudadana en la protección del medio ambiente. Son varias las organizaciones que mantienen su compromiso para proteger este entorno único, como Patrimonio Natural o WWF.
El origen del Refugio se remonta a 1974, cuando Félix Rodríguez de la Fuente, mientras preparaba la serie «El Hombre y la Tierra», visitó el río Riaza, en el nordeste de Segovia. Al darse cuenta de la alarmante disminución de las poblaciones de buitres en la región, Félix propuso, junto con la población local, la creación de un refugio para conservar las rapaces.
En noviembre de 1974, ADENA (ahora WWF) y la Hermandad de Labradores y Ganaderos de Montejo de la Vega de la Serrezuela firmaron un convenio para crear un refugio de caza. Este acuerdo marcó el primer ejemplo de custodia del territorio en España y se convirtió en un modelo pionero de conservación privada, replicado más tarde en otras regiones del país.
El Refugio de Rapaces se inauguró oficialmente el 13 de enero de 1975, y desde entonces, las hoces del Riaza han sido un punto de referencia para los amantes de las aves y la conservación de la naturaleza.
En 2004, la Junta de Castilla y León creó el Parque Natural de las Hoces del Río Riaza, que incluye las 5.185 hectáreas del Refugio de Rapaces de Montejo de la Vega, aumentando así su nivel de protección frente a futuras amenazas.