Catas con maridajes impensables en la Ruta del Vino Ribera del Duero
El maridaje del vino es el arte de combinar vinos y alimentos de manera armoniosa para mejorar la experiencia gastronómica. Mediante el maridaje buscamos resaltar los sabores, texturas y aromas de ambos elementos, creando sinergias que realzan el placer culinario. La elección del vino adecuado depende de factores como el tipo de comida, ingredientes, preparación y preferencias personales. Un buen maridaje puede realzar los matices de un plato, equilibrar sabores y crear una experiencia sensorial única. Es una práctica que combina conocimientos enológicos y culinarios para disfrutar al máximo de una comida y el vino que la acompaña.
Pero más allá de las experiencias culinarias, el maridaje del vino puede realizarse con elementos no gastronómicos, convirtiéndose en una experiencia multisensorial que busca fusionar el vino con otros placeres. Con las estrellas, el vino se convierte en el compañero perfecto para contemplar el cielo nocturno, realzando la sensación de asombro y relajación. Con la música, el vino puede acentuar la vivacidad de una pieza o suavizar una melodía melancólica, amplificando las emociones. Los libros pueden encontrar en el vino un cómplice para sumergirse en las historias, enriqueciendo la lectura con su complejidad sensorial. Estos maridajes alternativos permiten generar experiencias únicas que estimulan múltiples sentidos y emociones.
En la Ruta del Vino Ribera del Duero contamos con experiencias que pueden hacer que nuestra visita sea mucho más especial, descubriendo los matices que el vino puede ofrecernos y la forma en que su acompañamiento puede estimular nuestra mente y hacernos sentir mucho más.
Vino y gastronomía
Para saber qué tipo de comida combina con cada vino, es esencial considerar la intensidad y características del vino. La teoría nos dice que los tintos robustos van bien con carnes rojas y platos igualmente intensos, mientras que los blancos secos son una buena idea para pescados y aves. Los vinos espumosos, por ejemplo, se tienden a utilizar como aperitivo o con mariscos.
Por otro lado, se debe considerar cómo afecta la acidez del vino en las comidas, ya que; los blancos ácidos, complementan platos de las mismas características, como el ceviche. Aun así, la regla principal es el gusto de quien lo está tomando, lo mejor es experimentar, probar y descubrir qué combinaciones pueden resultarnos más placenteras.
Vino y chocolate
El maridaje de chocolate y vino, aunque pueda parecer extraño en un primer momento, puede ayudarnos a encontrar muchos matices, ya que estamos buscando combinaciones que ponen de manifiesto su amargura y dulzor.
El chocolate amargo se complementa con vinos robustos para un contraste, mientras que el chocolate dulce armoniza con vinos blancos y afrutados. Los tintos funcionan bien con chocolate con alto contenido de cacao. Vinos tintos con crianza se asocian con chocolates negros debido a su amargura, mientras que los jóvenes combinan con chocolates más dulces como el que tiene leche. Por otro lado, los vinos blancos y rosados realzan chocolates menos intensos como el blanco, creando una armonía gustativa.
Bodegas de la Ruta del Vino Ribera del Duero, como Ferratus o Valdubón, cuentan con visitas que ofrecen este tipo de experiencia ofreciendo una forma de descubrir esta mezcla de sabores.
Vino y comida extranjera
Además de poder probar el vino con gastronomía local, algunas bodegas investigan y ofrecen la posibilidad de unir sus vinos a comidas de otros países que muchas veces pueden resultar más extrañas a nuestro paladar. De esta forma, una cata en la que maridemos vinos de la Ribera del Duero con comidas tan exóticas para nosotros como la que proviene de La India o Japón, se convierten en un atractivo único para el paladar.
Gastronomía al servicio del vino
Restaurantes como El 51 del Sol ponen al servicio su cocina para realzar los vinos de diferentes bodegas que se encuentran en el territorio. Gracias a este tipo de cenas o comidas maridadas, ambos actores sacan lo mejor de si mismos, ofreciendo al visitante la posibilidad de apreciar matices gracias a la explicación de un experto en la materia.
Otros lugares como Taller Arzuaga, que cuenta con una Estrella Michelin, ofrecen una experiencia gastronómica que se magnifica gracias a la elección del vino con el que combinan sus platos.
Vino y música
Más allá de lo gastronómico, las emociones asociadas a otras cuestiones como la música son un caldo de cultivo perfecto para poder disfrutar de nuevas sensaciones al tomar una copa de vino.
El vino es protagonista de muchas canciones, la música acompaña cada momento de nuestra vida y en las celebraciones, la combinación de ambos elementos está siempre muy presente.
No es casualidad que Aranda de Duero cuente con uno de los festivales de música más importantes a nivel nacional, Sonorama Ribera, en cuyo ADN corre la marca vinícola del territorio. Una forma más de demostrar que Ribera del Duero está presente en todos los factores de la vida en la zona.
Todo esto, demuestra que una buena melodía potencia las notas de un buen vino y nos puede llevar a tener nuevas sensaciones, crear recuerdos y potenciar vivencias. Por ello, algunas bodegas o espacios en la zona han producido catas específicas para ayudarnos a poner en común ambos elementos. Un ejemplo claro, se pudo ver en el Museo Provincial del Vino de Valladolid, situado en el Castillo de Peñafiel, donde recientemente se crearon actividades alrededor de la combinación entre el vino y la música.
Muchas bodegas ofrecen, de vez en cuando, la posibilidad de acercarse a sus instalaciones para disfrutar de sus vinos acompañados de un concierto, este es el caso de elaboradoras como Finca Villacreces o Territorio Luthier.
Vino y libros
Otra de las experiencias más curiosas que pueden vivir en la Ribera del Duero es la de aprender a combinar las sensaciones que puede proporcionarte un libro con las que puede ofrecerte el placer de beber un buen vino.
Actividades de estas características suponen un paso más para conseguir apreciar las sensaciones de dos mundos que pueden parecer totalmente ajenos entre sí.
Vino, arte, estrellas y paseos
Unir vino y otras actividades puede marcar la diferencia. Algunas bodegas están generando experiencias que nos permiten disfrutar de un buen vino mientras paseamos, vemos una exposición de arte o nos explican las constelaciones que tenemos sobre nuestras cabezas.
Son propuestas que, aunque parezcan increíbles, nos ofrecen algunas de las bodegas de la Ribera del Duero para que podamos descubrir el territorio de una forma totalmente diferente. Bela es una de las elaboradoras que está apostando por este tipo de maridajes.
¿Catas divertidas?
Si nos divertimos probando el vino de una bodega, todo es mucho mejor. Algunas elaboradoras, crean planes en los que, más allá de conocer sus instalaciones, nos ofrecen la posibilidad de pasar un rato diferente. El recién estrenado enotrivial de Pradorey es un ejemplo de las muchas actividades alternativas para catar de una forma única.
Por su parte, Ribiértete y su Casino del Vino o la Escape Room que puedes hacer en una bodega subterránea te ofrece la posibilidad de probar el vino en un contexto muy diferente.
También en Bodega subterránea, pero desde otra perspectiva, Bodega Don Carlos ofrece catas especializadas, catas divertidas y visitas teatralizadas para hacer que el visitante descubra mucho más acerca del mundo del vino.
No te pierdas nada
Para que puedas disfrutar de todas experiencias diferentes, de todos estos maridajes únicos te recordamos que la mejor forma de hacerlo es estando muy atento a nuestra agenda, desde allí puedes descubrir las actividades que de forma continua se realizan en la Ruta del Vino Ribera del Duero.