Procedente de una familia de viticultores de la ribereña localidad de Pedrosa de Duero (Burgos), Carmelo Rodero pertenece a la cuarta generación de viticultores. Comenzó cultivando las viñas pertenecientes a su familia durante unos años y con 50 hectáreas de viñedo, estuvo vendiendo sus uvas a la mítica Bodega Vega Sicilia durante 14 años.

En 1990 inició su propia andadura creando Bodegas Rodero, siendo actualmente un referente de calidad dentro de la Ribera del Duero, con 120 hectáreas de viñedo propio y una edad media del mismo de 30 años. Todos sus vinos han sido premiados en las ferias y catas más importantes a nivel mundial, sirviendo de contraste y reconocimiento de su calidad.

Carmelo Rodero ve continuada su acción emprendedora gracias a la incorporación de sus hijas Beatriz y María, muy involucradas en el proyecto.

Bodega situada en pleno corazón de la Ribera del Duero burgalesa, donde se puede conocer de primer mano todo el proceso productivo que sufre de la uva desde que entra en la bodega, hasta que el vino sale al mercado, preparado ya para ser consumido.

Carmelo Rodero no se conforma con saber dialogar con la tierra y recientemente ha patentado una sala de vinificación única, que permite mimar las uvas al máximo utilizando simplemente la gravedad, sin bombeos, obteniendo de la uva todo su potencial y genuinas características, aunando así de esta forma los métodos tradicionales con la tecnología más moderna.

Adherido a Burgos Alimenta