La red de bodegas subterráneas de Aranda de Duero constituye la más extensa de las conocidas hasta la fecha en la Ribera del Duero, con 4,2 km de galerías, todas ellas en un mismo nivel, contando con comunicaciones que permiten la ventilación y, en ocasiones, el acceso de una nave a otra.

Esta red de túneles o galerías fue excavada entre los siglos XII y XVIII (gran parte del complejo se construyó en el último cuarto del siglo XV) destacando el empleo del arco de medio punto resuelto en piedra de sillería para proteger las bóvedas de sus galerías. Tienen una profundidad de entre 8 y 12 metros y mantenían todo el año una temperatura constante de entre 10 y 12º, además de ausencia de humedad, quietud y carencia de vibraciones, óptimos para la conservación del vino.

Este entramado de bodegas está localizado bajo el propio casco urbano, con orografía llana, hecho diferenciador respecto de otros barrios ribereños de bodegas subterráneas, ubicados en cerros colindantes o alejados de los propios núcleos urbanos. Este hecho ha contribuido tanto a conservarlas para evitar daños a las edificaciones en la superficie, como destruirlas para levantar nuevos edificios (años 70).

Las peñas arandinas han jugado un importante papel en el mantenimiento de diversas bodegas subterráneas de la villa, dándolas un uso recreativo. Cada peña tiene su propio día de festejo pero hay dos ocasiones en las que se juntan todas, amenizando las calles de la villa: la Fiesta de las Peñas (agosto) y las Fiestas Patronales de Aranda (septiembre), durante la tradicional «Bajada de las Peñas». Actualmente existen 8 peñas oficiales en Aranda de Duero (tienen incluso su propia baraja realizada por los amigos de la Asociación La Tanguilla):

• El Alboroto (Bodega Frente la Manca)
• El Chilindrón (Bodega El Bolo)
• El Cubillo (Bodega El Aceite)
• El Jarro (Bodega los Martinez)
• El Niño de La Capea (Bodega de Juan Antonio)
• La Amistad (Bodega Botica Vieja)
• La Ribera (Bodega La Navarra)
• Tierra Aranda (Bodega de Requejo)

Desde el plano de bodegas de 1982 incluido en el libro «Viñedo, vino y bodegas en las historia de Aranda de Duero», de Javier Iglesia y Alberto Villahoz, se han realizado diversas investigaciones. Destacan: el Inventario de 2010, un Estudio Digital en 2014, o el Plan Especial de Protección de las Bodegas, en proceso de tramitación. En este último trabajo, a través del estudio C+LL y el arquitecto Alfredo Sanz Sanza, se catalogan:

• 136 bodegas subterráneas con entrada propia y longitud media de la nave de 30 metros.
• 178 zarceras.
• Los lagares han desaparecido, fruto de su situación en el casco urbano, pero en 1752 se contabilizaron hasta 197 de ellos, almacenando aproximadamente 35.000 hectolitros de vino.

El entramado de las bodegas subterráneas de Aranda de Duero obtuvo la calificación de Bien de Interés Cultural (BIC) en 2015 con la categoría de «Conjunto Etnológico» para asegurar la protección y conservación de este patrimonio de valor incalculable que vertebra el subsuelo de la villa arandina.

VISITAS a BODEGAS SUBTERRÁNEAS de ARANDA DE DUERO:

• El Ayuntamiento de Aranda de Duero dispone de dos bodegas subterráneas visitables a través de su oficina de turismo:
  • Las Caballerizas: en la Calle Cascajar. Además, periódicamente se realizan visitas teatralizadas en esta bodega.
  • Las Ánimas: en la calle Santa María, frente a la Iglesia.
• También puedes visitar su Centro de Interpretación CIAVIN (en la Plaza Mayor) y, a través de la realidad virtual (en tres dimensiones) más de 20 de ellas.
• Por otro lado, establecimientos pertenecientes a nuestra Ruta del Vino como el Restaurante El Lagar de Isilla,  la Bodega Histórica Don Carlos s.XV o la Agencia de Viajes Ribiértete, disponen de bodega subterránea en el centro de Aranda y gestionan sendas visitas.