“Villa por sí y sobre sí” fue la definición que hizo Carlos III en 1767 de esta villa, que no fue repoblada hasta la segunda mitad del siglo X por encontrarse en la orilla izquierda del río Duero, en la cuenca del Riaza. Su territorio estuvo oculto bajo el mar hace millones de años, como atestiguan los fósiles marinos encontrados en una zona denominada «La Peña», lugar de anidación de buitres.

Situada en el sur burgalés y en plena Ribera del Duero, su nombre es una clara expresión de la conjunción de Fuente y Enebro, término que alude a la abundancia de ambos elementos en su terreno.

Entre su patrimonio, cabe destacar:

• Castillo de la Peña: En tiempos pasados perteneció al conde de Siruela. Se encuentra al sur de la localidad, en lo alto del pico al que los campesinos llaman “Peñaflor” rodeado por un terreno muy accidentado, dominando por completo el desfiladero abierto por el arroyo. A día de hoy se encuentra en estado ruinoso (protegido como «Bien de Interés Cultural» desde 1949), pero alberga una especie de mirador desde donde se domina prácticamente la totalidad de la paramera situada al sur del Riaza.
• Iglesia de San Lorenzo: de portada renacentista, con torre rectangular, ábside liso y portada clasicista. El interior inacabado, es barroco de tres naves y crucero, con columnas cuadradas, arcos, cúpula y bóvedas de estucos moldurados. La pila bautismal es renacentista. El retablo mayor es neoclásico con San Lorenzo, el Patrón del templo.
• Ermita de la Virgen del Carmen, con retablo barroco, Virgen y San Roque.
• La Cruz de Canto.

Pero no todo es patrimonio en Fuentenebro: entre sus recursos naturales destaca el Sendero de Aguacae, que durante 14 km recorre los puntos de interés de la localidad y pasa por una cañada real que unía la provincia de Burgos con Extremadura.

Fuentenebro celebra sus fiestas patronales en honor a San Lorenzo Mártir (agosto) y también festeja a la Virgen del Carmen (julio).

Gentilicio de Fuentenebro: fuentenebrinos.