El extraño nombre de la localidad se debe, según cuentan la crónicas del Padre Damián Janáriz, a la derrota que el Rey Ramiro II de León infringió al ejército moro al lado de la ermita de la Virgen de la Guía. Desde entonces, esta localidad ribereña (que había estado atendiendo al nombre de La Guía), comenzó a denominarse Matanza. Es en 1916 cuando se le añade “de Soria”. Actualmente, Matanza de Soria pertenece al término municipal de San Esteban de Gormaz.

Su arquitectura conserva buenos ejemplos de la construcción tradicional con adobe. Pero si algo destaca en Matanza de Soria es la iglesia románica de San Juan Bautista, de una sola nave y de origen románico aunque posee también elementos góticos. Lo curioso del templo es, sin duda, las parejas de arcos ciegos a ambos lados del presbiterio. En el muro norte existen un conjunto de extraños grafitos realizados con pintura de almagre en el que aparecen representados figuras geométricas y pájaros.

Por Matanza de Soria pasa la etapa 4 cicloturista del Camino del Cid y el Camino o Ruta de la Lana, un camino comercial que transportaba la lana de La Alcarria y los paños de Cuenca, miel y cereal hasta Medina del Campo y Burgos, y que a día de hoy cruza la localidad hasta llegar a Mecerreyes (Burgos), siendo uno de los puntos de paso de los peregrinos hacia Santiago de Compostela. Además, por aquí discurren los ríos Rejas y Pentencilla.

Las fiestas de Matanza de Soria se celebran el primer fin de semana de septiembre en honor a la Virgen de la Guía. También se celebra San Juan (24 de junio).

Es popular entre los matancinos asar chuletas frente a las bodegas, acompañándolas con el buen vino ribereño que se conserva en su interior.

Gentilicio de Matanza de Soria: matanceros / matancinos, aunque también reciben el apodo de «garibaldis«.