Roa de Duero
Roa de Duero
Sobre
En lo alto de un cerro dominando el valle del río Duero se asienta Roa de Duero. Desde hace más de 2.500 años este lugar ha visto marcada su trayectoria por las civilizaciones que en ella se han ido asentando: es el caso de su esplendoroso pasado celtibérico o de la posterior ocupación romana, la antigua “Rauda”, que formaba parte de la calzada que comunicaba Clunia y Astorga.
Hoy en día, Roa de Duero, con 2.500 habitantes está considerada el Corazón de la Ribera, aun sin dejar de lado la representación de Peñafiel, San Esteban de Gormaz y Aranda de Duero, en Roa el mundo del vino se ha convertido en parte fundamental del desarrollo cultural y económico de la zona. Establecida aquí la Sede del Consejo Regulador de la Denominación de Origen Ribera del Duero, que goza de unas instalaciones cargadas de mucha historia.
Históricamente, su puente mayor, de tres arcos de medio punto y generosa amplitud, daba la bienvenida al visitante. Visita indispensable en su paso por la villa son los monumentos que nos ofrece, como la Ex Colegiata de Nuestra Señora de la Asunción del siglo XVI, los restos de la muralla medieval que datan del siglo XIII o el monumento a “El Empecinado” famoso guerrillero ahorcado en Roa de Duero en 1825, fecha hasta la que estuvo apresado en el edificio de la alhóndiga.
Otro tesoro de la villa raudense es su barrio de bodegas subterráneas, concentrado en pleno casco urbano, que aglutina un gran patrimonio etnográfico: ni más ni menos que 155 lagares y 238 bodegas, siendo uno de los más grandes de la Ribera del Duero.
Como zona arqueológica protegida que es, ameno e interesante resulta el recorrido interactivo por el Parque Arqueológico de Roa, llevando al visitante a épocas lejanas. Al igual que se puede disfrutar de un paseo por el espléndido mirador del “Balcón del Duero”, que presta una vista panorámica inigualable, paseo en el que encontraremos elementos tan interesantes como una bombarda del siglo XIV o el monumento en bronce al Cardenal Cisneros, otro personaje ilustre unido a la historia raudense. Otro de los monumentos representativos de Roa de Duero es el monumento a la vendimiadora.
Destaca también la Ermita de San Roque, edificada a mediados del siglo XVIII y dedicada al Santo Patrón de la villa, o la Ermita de Nuestra Señora de la Vega, Patrona de la villa y ubicada a 4 km del núcleo urbano. Sin olvidarnos de la Iglesia de San Esteban, en el sureste del cerro, salvaguardando las antiguas murallas.
Pero Roa también es naturaleza, permitiendo al senderista disfrutar del GR-14 a orillas del Duero y del sendero de la Cuesta Manvirgo, cerro vigilante de las tierras raudenses en las que predomina el cultivo de la vid. Además, en las proximidades de la ermita de la Virgen de la Vega podrás visitar el árbol singular autóctono llamado «Majuelo de la Vega». Y si hablamos de ríos, a este término municipal viene a morir el Riaza, uno de los grandes afluentes ribereños del Duero de su margen izquierda. También nos encontramos con la «Cuesta Manvirgo» un sendero lleno de vida y naturaleza.
Roa celebra sus fiestas patronales en honor a San Roque y Nuestra Señora de la Asunción (mitad de agosto), renombradas por sus antiquísimos encierros. Durante Semana Santa, tradicionalmente castellana, todo el pueblo canta “Los Sayones”, cantar que relata la pasión y muerte de Jesús, atribuido a Lope de Vega en el siglo XVI. También celebran San Blas (3 de febrero) y San Cristóbal (9 de julio).
Roa de Duero dispone de OFICINA DE TURISMO para sus visitantes.