En el valle del río Esgueva se encuentra esta localidad ribereña de la provincia de Burgos que en los años 70 acaba integrándose como pedanía al municipio de Tórtoles de Esgueva.

En Villovela de Esgueva podrás visitar la iglesia tardorománica dedicada a San Miguel Arcángel, que fusiona dos estilos (gótico y románico). Cuenta con un bonito retablo del siglo XVI y un coro de indudable valor artístico.

Al otro lado del río Esgueva y cerca de la ermita de Santa Lucía, durante el trayecto del «sendero de la morera y los valles«, se encuentra una singular morera, cuyo porte supera los 9 metros de perímetro, quedando registrada en el catálogo de árboles singulares de la Junta de Castilla y León.

Hay una leyenda sobre el manantial de la Fuente de Casi Vino, ¿la conoces? Resulta que en el siglo XIII los novicios del convento de Nuestra Señora de los Valles eran los encargados de acercarse hasta Villovela de Esgueva a por vino para su consumo. Los novicios, de vuelta al convento, hacían buen uso del excelente vino y, ante el temor de la reprimenda de los monjes, hacían una parada en un manantial, rellenando con agua los odres (pellejos) que habían vaciado. Al llegar de nuevo al convento los monjes no apreciaban la diferencia… ¿se trataría de un milagro? Desde entonces se conoce a ese manantial como la Fuente de Casi Vino, que da nombre al cross que se lleva a cabo en este encantador pueblo ribereño.

Villovela de Esgueva celebra sus fiestas en honor a Santa Lucía el tercer domingo de agosto.

Los habitantes de Villovela de Esgueva son apodados «raposos«.