Por esta pequeña población soriana, a 928 metros de altitud, discurre el río Perales, afluente por la izquierda del Arandilla (y éste, a su vez, del Duero).

A la caída del Antiguo Régimen, la localidad se constituye en municipio constitucional en la región de Castilla la Vieja (en el censo de 1842 contaba con 22 hogares), para, posteriormente, integrarse en Alcubilla de Avellaneda, a la que pertenece administrativamente también en la actualidad.

Probablemente el significado de su nombre deriva del vascuence (zai es la raíz de «guarda» en vascuence), lo que significa que podría haber desempeñado, junto a su vecina Zayas de Torre, una función defensiva en favor de la ciudad romana de Clunia, situada al oeste de ésta.

Por Zayas de Báscones pasa el tramo de vía romana que comunicaba Tarazona con Clunia, concretamente el tramo de Osma a Clunia. Coincide durante kilómetro y medio con el límite de Zayas de Torre y es denominada Carretera de los Moros en la cartografía antigua.

En esta localidad ribereña, podemos encontrar la Iglesia de Santiago Apóstol, que mantiene la portada de medio punto semioculta por un muro de adobe.

Por las lindes de Zayas de Báscones pasó el Cid en su etapa de destierro, por lo que los cicloturistas podrán disfrutar de esta etapa 4 del Camino, con destino Castillejo de Robledo. Además, la Ruta de la Lana, un camino comercial que transportaba la lana de La Alcarria y los paños de Cuenca, miel y cereal hasta Medina del Campo y Burgos, y que a día de hoy discurre por la localidad hasta llegar a Mecerreyes (Burgos), siendo uno de los puntos de paso de los peregrinos hacia Santiago de Compostela.

Curiosamente, y debido al rescate de la imagen de la Virgen de las Lagunas por parte de los zayenses cuando estaba amenazaba de ruina, Zayas la intercambia con el pueblo de Villálvaro, cuidando de la talla mariana de diciembre a mayo.

Zayas de Báscones celebras sus fiestas por San Juan (24 de junio).

Gentilicio de Zayas de Báscones: zayenses.