Enrique Pascual lleva diez años al frente de la D.O. Ribera del Duero, pero una vida entera dedicada al vino. Este 2023, la labor que junto a su familia han realizado en Bodegas Pascual se ha visto recompensada con la recepción del premio ‘La Posada’ a Mejor Proyecto. Su amor por la tierra y su apoyo al desarrollo enoturístico de la zona ha sido clave para el crecimiento de la Ribera del Duero y para su proyección nacional e internacional.
Hoy, queremos conocer mejor al Presidente de la Denominación de Origen Ribera del Duero y darle la enhorabuena por el premio que acaba de recibir.
- Antes que nada, enhorabuena por recibir el galardón. Cuéntenos, Enrique, ¿cómo se siente al recibir este premio?
Siempre es de agradecer que se reconozca todo el trabajo y el esfuerzo que hay detrás de cada uno de los proyectos en los que trabajamos desde Bodegas Pascual. Nuestro compromiso reside en seguir ofreciendo productos de calidad a nuestros consumidores, con una fuerte apuesta por la innovación y conseguir reforzar nuestro prestigio no solo a nivel nacional, sino también internacional. Personalmente, supone un auténtico orgullo haber recibido este galardón en el que se premian a los mejores proyectos de innovación del mundo rural de Castilla y León.
- ¿Qué supone para la bodega recibir este reconocimiento?
Los Premios ‘La Posada’ suponen para Bodegas Pascual una auténtica plataforma de reconocimiento no solo en Castilla y León, sino también a nivel España. Llevamos más de 35 años comprometidos con la excelencia y con poder aportar una experiencia de calidad a los consumidores, junto a productos que logren aunar historia, calidad e innovación. Nuestro objetivo no es otro que reforzar nuestra presencia nacional e internacional, convirtiéndonos en una bodega de referencia. Y este galardón es un paso más que nos permite acercarnos a esta meta. El hecho de que Bodegas Pascual sea reconocida como uno de los ‘Mejores Proyectos’ de Castilla y León pone en valor el esfuerzo y la dedicación de todos los que formamos parte de esta gran empresa familiar.
- ¿Hay diferencias entre el Enrique bodeguero y el Enrique Presidente de la D.O. Ribera del Duero?
Creo que la esencia reside en ser uno mismo en todos los aspectos de la vida. Diría que la autenticidad, cercanía y dedicación son algunos de los valores que representan al Enrique bodeguero y el Enrique presidente de la D.O. Ribera del Duero, indiferentemente. Mis orígenes y la historia de mi familia me han hecho ser desde siempre una “persona de bodega”, creciendo entre vides y barricas aprendiendo, cómo no, de un gran referente como fue mi padre. Digamos que toda esa tradición y experiencia adquirida por el Enrique bodeguero hacen que mi presidencia dentro de la D.O. sea igual de cercana y comprometida con un único objetivo: que nuestros vinos se puedan disfrutar y sean reconocidos en cada rincón del mundo.
- Son 10 años al frente de la D.O. Ribera del Duero, pero una vida dedicada al vino, ¿lo considera solo trabajo o es más bien una pasión?
Suena a tópico, pero siempre se ha dicho que si trabajas en lo que te gusta, nunca tendrás que trabajar. Y a mí me sucede algo parecido. El mundo del vino siempre ha estado presente en mi vida y, por supuesto, siempre lo he considerado como una de mis grandes pasiones. Hace 10 años asumí la presidencia de la D.O. Ribera del Duero como un sueño más, vinculándome aún más con mis raíces, con aquello que me ha visto crecer durante todo este tiempo. Puede que la pasión, en muchos casos, venza al lado profesional, pero no olvido lo importante que esto supone para mi trayectoria laboral dentro del mundo del vino. Cada proyecto supone un peldaño más en el que seguir curtiéndome y aprendiendo porque, por muchos años que lleves trabajando dentro de un mismo sector, siempre se aprende algo nuevo. Y eso hace que la combinación entre trabajo y pasión se conviertan en el tándem perfecto.
- ¿Cuál es su primer recuerdo en relación con el mundo del vino?
El vino siempre ha formado parte de mi vida y de la de mi familia. Es una tradición que lleva acompañándonos desde hace décadas y que ha formado y sigue formando parte de mis recuerdos. Cuando pienso en el mundo del vino y en mi pasado, lo relacionado con multitud de tardes entre viñedos, sin ser aún consciente de que todo aquello formaría parte de mi día a día tarde o temprano. Las temporadas de vendimia suponían una cita ineludible para toda la familia. Es algo de lo que me siento inmensamente orgulloso y de lo que he podido aprender acompañado de grandes referentes familiares.
- Cuando el mundo del vino llega a ser tan importante en una vida, ¿se puede mirar al futuro sin tenerlo presente?
El vino siempre ha formado parte de mi ADN. Es difícil recordar mi pasado sin que el mundo del vino esté presente en cada momento. Representa una de las partes más relevantes de mi vida, sin duda alguna, y aunque haya ciertos momentos en los que el trabajo no esté presente, sí que presumo orgullosamente de mis raíces dentro de este sector. A día de hoy, es imposible no considerarlo como parte de mi futuro. Es más, no veo mi futuro sin que el vino esté presente.
- Hablando de futuro, ¿qué perspectivas tiene la bodega para los próximos años? ¿Hay relevo generacional?
En materia de estrategia y perspectiva de negocio, seguiremos allanando nuestro camino hacia un futuro con mayor presencia tanto a nivel nacional como internacional. Además, continuaremos apostando por la innovación, sin perder nunca nuestra historia ni nuestras raíces, para poder así seguir ofreciendo vinos auténticos y con una fuerte personalidad. En cuanto al relevo generacional, a medio plazo, no tenemos contemplado que haya cambios notorios internamente. Personalmente, me gustaría seguir centrándome en el desarrollo de Bodegas Pascual, como lo llevo haciendo desde todos estos años.
- ¿Y el futuro de la Ribera del Duero cómo lo ve? ¿Tiene la misma perspectiva como presidente de la D.O. Ribera del Duero que como bodeguero?
Desde la D.O. Ribera del Duero miramos al futuro desde una perspectiva muy optimista, apoyándonos en el gran desarrollo y en los hitos que hemos ido logrando a lo largo del tiempo. Y es que hace poco cumplimos 40 años de historia, rodeados de gran calidad y prestigio, y tenemos por objetivo seguir reforzando el nombre de la D.O. entre las preferencias vinícolas de los consumidores, en España e internacionalmente. Somos, además, la segunda D.O. con mayor cuota de mercado en valor en España, según el informe Nielsen, lo que materializa la gran apuesta que día a día hacemos por nuestras empresas, las más de 300 bodegas que formamos parte de la denominación. Mi perspectiva como bodeguero y presidente de la D.O. consiste, principalmente, en enaltecer el paraíso vitivinícola al que pertenecemos.