¿Sabes qué misterios esconden los pueblos de la Ruta del Vino Ribera del Duero?

Cada rincón de la Ruta esconde leyendas e historias que han pasado de generación en generación

En la Ruta no solo se degustan vinos con siglos de tradición, sino que también se descubren relatos que desafían el tiempo.

¿Te atreves a descubrirlos?

Leyenda del manantial de la Fuente de Casi Vino- Villovela de Esgueva

¿Te imaginas acercarte a una fuente para beber agua y descubrir que sabe a vino? Pues en un pequeño pueblo llamado Villovela de Esgueva dicen que esto ocurrió de verdad…

Cuenta la historia que en el siglo XIII los novicios del convento de Nuestra Señora de los Valles tenían una misión muy especial: viajar hasta este pueblo para abastecerse de vino. Sin embargo, durante el camino de regreso, no podían resistirse a la tentación de probarlo, vaciando más de un odre antes de llegar al convento.

Para evitar ser descubiertos y librarse de posibles castigos, hicieron de un manantial su mejor aliado, utilizándolo para rellenar los pellejos con agua, confiando en que los monjes no notarían la diferencia… y así fue.

Desde aquel día, ese manantial fue bautizado como la Fuente del Casi Vino, y su leyenda sigue viva, dando nombre incluso a un cross que se celebra en este pequeño pueblo.

La leyenda de las Cueva de los Ojos- Alcubilla de Avellaneda

En Alcubilla de Avellaneda se encuentran las Cuevas de los Ojos, estas cavidades se asimilan a ojos vigilantes y han sido protagonistas de muchos relatos a lo largo de la historia.

Uno de ellos se remonta a tiempos remotos, donde un labrador trabajaba sus tierras con una yunta de bueyes. Los animales empezaron a comportarse de manera extraña y la tierra se comenzó a abrir bajo sus pies, tragándose la yunta del labrador por una grieta que se comunicaba con lo más profundo de la cueva.

A pesar de esto, los animales aparecieron vivos días después a kilómetros de allí. Algunos cuentan que fue porque les guiaron espíritus protectores, pero otros aseguran que la cueva ocultaba pasadizos secretos que conectaban diferentes lugares bajo la tierra.

Sin embargo, no fue la yunta de bueyes lo único que la cueva se tragó, se dice, que allí también está escondido el collar de la reina.

Puede que algún día alguien se atreva a explorar estas profundidades y desvelar sus secretos… pero hasta entonces, las Cuevas de los Ojos seguirán guardando este misterio.

Leyenda del Empecinado- Olmos de Peñafiel

Dice la leyenda que Juan Martín Díez, conocido como «El Empecinado» fue dejando sus huellas por muchos rincones de la Ribera, y Olmos de Peñafiel fue uno de ellos.

Este guerrillero, en su lucha contra las tropas napoleónicas, utilizaba las tierras, montes y caminos como refugio.

Se dice que, en una de esas huidas, encontró cobijo para él y sus hombres en los alrededores de Olmos de Peñafiel, tras la maleza y las bodegas subterráneas del pueblo.

Para los vecinos era un héroe, por lo que le cuidaban ofreciéndole comida y vino hasta que un día desapareció sin dejar rastro.

¿Escaparía de aquellas tierras o seguirá su espíritu vagando por Olmos de Peñafiel?

La Virgen del Lirio: Honrubia de la Cuesta

En las tierras de Honrubia de la Cuesta, cuentan una leyenda sobre una imagen sagrada: La Virgen del Lirio.

La historia se remonta mucho tiempo atrás, momento en el que los vecinos estaban atravesando grandes dificultades debido a una gran sequía que amenazaba sus tierras y cultivos.

Cada día rezaban para pedir que lloviese, hasta que, una tarde, a unos pastores se les apareció una flor de lirio y, al acercarse, vieron que en el centro de la misma había una pequeña figura de la Virgen. Llevaron esta imagen al pueblo y, al instante, comenzó a llover de tal manera que se salvaron las cosechas.

Desde aquel entonces, la Virgen de Lirio se conoce como la protectora del pueblo y, en su honor, se levantó un santuario en forma de ermita, la ermita de la Virgen de Lirio.

Las leyendas de la Ruta del Vino Ribera del Duero son testigos de historia y de los misterios que han perdurado a lo largo del tiempo. Si te atreves a recorrer sus paisajes, quizás encuentres muchos de los secretos que estos pueblos aún guardan… ¿Listo para seguir explorando todo lo que esconde la Ribera del Duero?