Te invitamos a descubrir, con los cinco sentidos, la esencia más natural de la Ribera del Duero a través de cinco de sus rincones mágicos en rutas guiadas de la mano de Abubilla Ecoturismo y Formación Ambiental.

1. EL RÍO DUERO

Comenzando por el corazón de la Ribera, el Río Duero ha marcado la historia de la región desde hace quince millones de años, cuyos bosques de ribera albergan una gran biodiversidad. Destacando los sauces en primera línea de agua, cuyas flexibles ramas se han utilizado tradicionalmente en la artesanía del mimbre, extrayendo además importantes recursos medicinales como el ácido acetil salicílico. Siendo la nutria paleártica (Lutra lutra Linnaeus, 1758) la protagonista, cuyas huellas e indicios de restos de alimentos, nos desvelan los secretos de este ecosistema, tales como la existencia de especies en peligro de extinción como la del mejillón de río (Margaritifera margaritifera), que nos recuerdan la necesidad de conservar estos «Lugares de Importancia Comunitaria» de la Red Natura 2000.

2. LAS LOBERAS DE CALERUEGA (Burgos)

Discurriendo a través de los campos de cultivo atravesados por las vías pecuarias, tales como la Cañada Real Segoviana, hasta uno de los legados culturales y pastoriles más enigmáticos, alcanzamos las loberas de Caleruega (Burgos). En ellas se encuentra el Ecomuseo Las Loberas dedicado a la trashumancia y al lobo ibérico (Canis lupus subsp. signatus, Cabrera 1907) especie de interés comunitario, declarada por la Unión Europea y garante de la salud y equilibrio de los ecosistemas. Ecomuseo en el que cobran especial importancia las aves y mamíferos, destacando un comedero de buitres leonados, buitres negros y alimoches comunes que dejan constancia de la unión que ha habido durante milenios entre las actividades ganaderas tradicionales y la gran riqueza de especies que atesora la Ribera del Duero.

3. REFUGIO DE RAPACES DE MONTEJO DE LA VEGA DE LA SERREZUELA (Segovia)

Llegando a albergar una de las mayores poblaciones de buitre leonado, el Refugio de Rapaces de Montejo de la Vega de la Serrezuela (Segovia), fue creado en 1974 e integrado y conservado en el Parque Natural de las Hoces del Riaza gracias a la implicación de todos los colectivos locales. Se trata de uno de los mejores enclaves naturales estudiados en el mundo por cientos de naturalistas entre los que cabe resaltar la labor de recopilación de citas en www.naturalicante.com de Fidel José Fernández y Fernández-Arroyo, Presidente del Fondo para el Refugio de las Hoces del Riaza. Y es un lugar inigualable para realizar birdwatching y dejarse sorprender por el asombroso mundo de las aves, viéndolas de cerca y contribuyendo a su conocimiento y conservación.

4. LA CUEVA DEL BÚHO (La Vid y Guma, Burgos)

Continuando por otros paisajes de cuento, modelados por sus usos agrícolas, ganaderos y forestales, adentrándonos en el monte mediterráneo integrado por pinares de pino resinero en los que tradicionalmente se ha extraído resina y de pino piñonero, en los que a día de hoy se siguen recolectando las piñas por sus apreciados piñones, y encinares y asombrosos bosques de sabina albar, hasta alcanzar la recóndita Cueva del Búho en el monte de utilidad pública de La Vid y Guma (Burgos). Esta cueva constituye un enclave de singular relevancia ofreciendo refugio al gato montés (Felis silvestris silvestris, Schreber, 1775), garduña (Martes foina foina, Erxleben, 1777), gineta (Genetta genetta, Linnaeus, 1758) y búho real (Bubo bubo), así como unas espectaculares vistas a quienes se adentren en tan idílico lugar en busca de un remanso de paz en contacto con la naturaleza.

5. EL PÁRAMO DE CORCOS

Culminamos finalmente en las únicas y exclusivas, a nivel europeo, parameras, como la del páramo de Corcos, en las que aún en primavera, puede escucharse el canto de la alondra ricotí (Chersophilus duponti), símbolo de la relevante variedad de especies esteparias, de relevancia internacional tales como el aguilucho cenizo y el aguilucho pálido, el sisón común y el ave más pesada capaz de volar, la avutarda.

A través de senderos guiados por Abubilla Ecoturismo se invita a mirar de otro modo, leer desde el arte el paisaje, dejarse seducir por los sonidos del bosque, sumergirse en los aromas de las plantas y en definitiva, sentirse invadido por una deliciosa sensación de calma y bienestar.

De la mano de Candelas Iglesias, joven rural naturalista con una gran formación multidisciplinar como Licenciada en Ciencias Ambientales por la Universidad de Salamanca y especialista en Gestión y Conservación de Espacios Naturales Protegidos titulada por las Universidades de Alcalá de Henares, Complutense y Autónoma de Madrid