El turismo rural es una forma de viajar que se centra en experimentar la vida en áreas rurales o naturales, alejadas de las grandes ciudades. Implica hospedarse en pequeños pueblos, hoteles o casas rurales, participar en actividades relacionadas con el campo, conocer la cultura local y disfrutar de la naturaleza circundante.

Algo que caracteriza a este tipo de turismo es que promueve la preservación del patrimonio cultural y natural, generando oportunidades económicas para las comunidades locales.

Además de todo esto, fomenta el desarrollo sostenible al valorar los recursos naturales y culturales del territorio, evitando la sobreexplotación y el impacto negativo del turismo masivo, una de las cuestiones por las que es tan importante trabajar para conseguir la sostenibilidad.

Mantener el turismo rural es vital para conservar la identidad cultural, proteger el medio ambiente, y contribuir al desarrollo económico de las zonas rurales, asegurando su viabilidad a largo plazo y ofreciendo a los viajeros experiencias auténticas y enriquecedoras.

Inversión en turismo rural

Dentro de la Ruta del Vino Ribera del Duero, los pueblos, de una o de otra manera, trabajan para mejorar sus espacios y conseguir crear entornos visitables que potencien el turismo rural dentro del municipio. Esto, como ya hemos mencionado, es fundamental para poder sostener la población y mejorar las oportunidades de trabajo en la zona.

Queremos recorrer 8 pueblos que dentro de la Ruta han invertido recursos para mejorar espacios y convertirlos en un recurso turístico que atraiga visitantes hasta ellos.

1. Villanueva de Gumiel y su antiguo molino

Villanueva de Gumiel ha reconvertido su antiguo molino municipal en un museo etnográfico.  Se trata, además, del primer espacio que permitió a la localidad contar con luz eléctrica, lo que le convirtió en uno de los primeros pueblos en contar con este lujo.

El espacio está repartido en varios pisos, en su planta baja, las antiguas piedras de moler y turbinas hidráulicas testimonian su pasado. En la primera planta, se recrea la vida de los molineros con utensilios de época. El museo se enriquece con aportes de vecinos y pinturas de concursos locales. Además, la colección se completa con pinturas provenientes de concursos de pintura rápida que han tenido lugar en la localidad a lo largo de los años.

2. Moradillo del Roa y la recuperación del barrio de lagares y bodegas tradicionales

Un proyecto de Moradillo de Roa puso en marcha la recuperación de su peculiar barrio de bodegas y lagares que tiene el nombre de “El Cotarro”.

Se trata de una elevación de terrero totalmente socavada de bodegas subterráneas que, gracias a la elaboración de un detallado proyecto, se ha convertido en atracción de visitantes que se acercan hasta la localidad para conocer la tradición vitivinícola de la zona y pasar un día diferente.

Este proyecto cuenta con diferentes premios y reconocimientos, entre los que se encuentran el Accésit a la Intervención en el territorio o el paisaje de los Premios Hispania Nostra o el Premio a la Mejor Iniciativa Enoturística, otorgado por ACEVIN.

3. Tubilla del Lago y los murales

En el caso de Tubilla del Lago, la apuesta del pueblo fue por decorar sus calles con murales realizados por personas con vinculación con el pueblo. El pueblo cuenta con una ruta o paseo en el que se pueden ver pinturas relacionadas con el territorio, creatividades divertidas, animales…

Además, los artistas locales han creado una botella de vino gigante junto a una copa, ambas hecha de neumáticos, han colocado piezas de ganchillo sobre los árboles del pueblo y tienen una colorida señal de madera que indica la distancia a diferentes puntos del mapa donde residen algunos de los naturales del municipio que tuvieron que emigrar.

4. Atauta y “El Plantío”

El Conjunto de Bodegas «El Plantío», ubicado en el paraje del Hondo, junto al pueblo de Atauta, destaca por sus 141 bodegas subterráneas construidas mayormente en el siglo XIX. Estas estructuras, aprovechando terrenos arcillosos y laderas, garantizaban la conservación del vino con una temperatura estable.

En 2017 fue declarado Bien de Interés Cultural (BIC) y recibió el Premio a las Mejores Prácticas en Conjuntos Históricos y Etnológicos de Castilla y León 2020. Su restauración y musealización han sido elogiadas. El conjunto fue escenario de la película «El niño Dios» (2019) y fue destacado en los «Top 100 Ribera del Duero 2019» por Tim Atkin, Master of Wine.

5. Langa de Duero y su castillo

Continuamos por tierras sorianas para acercarnos hasta Langa de Duero. En esta localidad se alza la «torre del homenaje», única reliquia que se mantiene de un castillo medieval del siglo XIV.

Originariamente, fue una atalaya musulmana, estratégicamente ubicada para vigilar el Duero, pero fue convertida en una torre cristiana en el siglo IX. Desde albergar a los Reyes Católicos en 1506 hasta ser refugio de Enrique Enríquez, su historia está marcada por eventos históricos clave.

Fue declarada monumento en 1949 y se conoce como “El Cubo”. Sus tres plantas y sótano albergan exposiciones que abarcan desde la Edad del Bronce hasta la actualidad, explorando defensas medievales, batallas y fugas famosas. Ha sido reconvertida en Centro de Interpretación de la Ruta de las Atalayas de Soria y desde su parte superior ofrece vistas panorámicas impresionantes de la zona.

6. Caleruega y sus loberas

En las afueras de Caleruega, nos encontramos con Las Loberas, un encantador paraje natural con una historia pastoral fascinante. Este lugar debe su nombre a las construcciones circulares utilizadas para proteger los rebaños de los lobos durante la noche. Una de estas estructuras ha sido convertida en un ecomuseo que ofrece información sobre la vida pastoril, la fauna y la flora local.

Junto al ecomuseo, encontramos una torre mirador que permite contemplar vistas impresionantes de un paisaje dominado por pinares y encinas milenarias. Además, es un lugar privilegiado para observar aves como el ruiseñor común, el cuco, el halcón peregrino, el águila real, el buitre leonado y el alimoche durante sus rutas migratorias.

Muy cerca de allí, se encuentran una antigua bodega subterránea de varios siglos de antigüedad y un palomar restaurado que sirve de observatorio para poder ver a diferentes especies de buitres comer en un espacio habilitado para ello.

7. Olivares de Duero y su embarcadero

Uno de los atractivos que más llaman la atención de nuestra tierra es que contamos con un magnífico río que supone el eje vertebrador de la Denominación de Origen.

En algunos pueblos, como es el caso de Olivares de Duero, se ha aprovechado el paso del Duero para generar espacios de esparcimiento en los que poder disfrutar en los calurosos días de verano. El embarcadero de Olivares es uno de estos lugares en los que se puede, además de pasear, hacer otras actividades como pesca, piragüismo o tomar un baño.

8. Pesquera de Duero y el puente de madera sobre el Duero

Seguimos recorriendo espacios relacionados con nuestro río Duero y nos desplazamos hasta Pesquera de Duero, donde cuentan con un espacio de ocio junto al cauce del río. En este lugar se encuentra uno de los mayores puentes de madera fabricados en España, con una longitud total de 106 metros y 3 metros de ancho, pesando unas 50 toneladas.

Sus barandillas están dobladas en forma de barrica y hacen un guiño a la producción vinícola de nuestra tierra.

Alojamientos rurales en la Ruta del Vino Ribera del Duero

¿Sabes que puedes visitar los diferentes pueblos alojándote en plena naturaleza?

A lo largo de la Ruta puedes encontrar diferentes establecimientos que serán perfectos para poder pasar unos días de relax en una zona rural.

Descure aquí todas las opciones de alojamientos.