Puente Quintanilla de Onésimo y Olivares de Duero
Olivares de Duero
Sobre
El puente renacentista que une Quintanilla de Onésimo y Olivares de Duero es el único puente sobre el Duero que hay en el tramo de Tudela a Peñafiel.
“La primera noticia que tenemos del puente de Olivares y Quintanilla data de finales del siglo XV. El 17 de febrero de 1494, los Reyes Católicos despachan una comisión para el Doctor de Villaescusa (Corregidor de Valladolid) para que visite ambas villas y averigüe la necesidad de construir dicho puente y el costo de la obra. El concejo de Olivares había solicitado permiso para construirlo y contaba con el permiso del Conde de Urueña, señor de la villa de Quintanilla de Yuso…”
Habría que esperar al verano de 1571 para que Juan de la Vega comenzase su arco por la parte de Quintanilla. En abril de 1572, Francisco del Río comenzó su arco por la parte de Olivares.
Litigios entre ambas villas y problemas para hacer frente a los gastos del puente se sucedieron a lo largo de los años. En 1594 se estiman en 163.717 maravedís y piden se haga repartimiento entre villas de alrededor (como al Monasterio de Valbuena, que se le embargaron ganados y otros bienes por impago de 7.000 maravedís, devueltos posteriormente alegando que tenía Privilegios Reales).
Al ser una obra de gran envergadura, continuamente había que hacer frente a ciertos imprevistos: las crecidas del río, la traza o la resistencia de los cimientos. Los arquitectos que trabajaron en ella corrigieron los defectos a tiempo. Las canteras de “Valdefuentes” de Quintanilla proporcionaron piedra a los concejos de Olivares y Quintanilla.
En 1624 visitan la obra los peritos canteros Sancho de Arribas y Juan Gómez de la Bordera, los cuales certifican que la obra está terminada en toda su perfección.
Las riadas de 1702 y 1717 arruinaron el puente y años después se derrumbaron los refuerzos de los estribos y la mitad del arco del lado de Olivares y tras las correspondientes reparaciones, en 1729 se volvió a dar el visto bueno.
Como curiosidad, en 1812, en plena Guerra de la Independencia, el general inglés Wellington voló un ojo del puente, en su estrategia contra los franceses, que estaban apostados en Quintanilla. En 1816 se pide a los Dominicos de Peñafiel que acondicionen y reparen el puente, ya que son los que en ese momento cobran el PONTAZGO o derecho de paso por el puente.
En el siglo XVIII este precioso puente contaba con 7 arcos, 800 pies de largo, 39 de ancho y 49 de altura desde la corriente. Los arcos actuales son de medio punto, siendo el central el de mayor tamaño. Los pilares son protegidos por tajamares de ángulo curvo y los estribos del puente son de planta cuadrada.
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Detalles
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Información de contacto
Puente sobre el Río Duero s.XV-XVI, Olivares de Duero, 47359, Valladolid, España